Esta entrada la escribo como homenaje a tod@s aquellas personas que de un modo totalmente desinteresado recogen y acogen, en sus hogares y en sus vidas, a animales que se encuentran en la calle, solos,
asustados, desnutridos, abandonados, maltratados y un
larguísimo etcétera, ya que en este
país,
todavía hay mucho desaprensivo suelto.
Parto de la base de que yo no soy una de estas personas. A mi me encantan los animales, pero podría vivir sin ellos perfectamente. Seguramente sea por puro
egoísmo, el que no salga de uno mismo el recoger y/o acoger a un animal que lo necesita.
Así es como llegaron a nuestras vidas
Neska primero, nuestra perra, recogida en el Rastro de Madrid hace ya la friolera de casi 10 años; y Linux, nuestro
gatico, recogido de la calle, de debajo de un coche, con tan solo un
mesecillo de edad.
Así llego Neska a nuestras vidas:Recuerdo perfectamente aquella mañana.
Habíamos ido al Rastro, como
solíamos hacer por entonces casi todos los domingos.
Llevábamos viviendo juntos apenas un año. No
teníamos pensado para nada tener mascotas, yo porque ya
había tenido dos perros (
Tacher y
Monty) y sabía la carga que
podía representar y ella porque ya tenia dos gatos y un perro (por orden
Stiff,
Flea y Pipo) aunque ellos
vivían en casa de sus padres.
El caso es que al pasar por el
callejón de los cuadros, vimos a unos chicos que estaban regalando cachorros de perro de una
camada que
había tenido su perra y de los cuales no se
podían hacer cargo, como por otro lado es normal. Cuando los vimos por primera vez serían unos 4 o 5
cachorritos. Como siempre, los cachorros nos miraban con esa
carita que te cautiva desde el primer momento. En seguida Laura dijo que nos
quedáramos uno, que total tampoco era tanto y que qué iba a ser de ellos si no. Yo me mantuve firme en mi negativa y logré convencerla de las desventajas, dada nuestra
situación laboral y
económica de por aquel entonces.
Proseguimos nuestra mañana de rastro, y al medio
día, cuando ya empiezan a recoger los puestos, ya nos
íbamos a ir de cañas, cuando volvimos a toparnos con los chicos de los perros. Solo les quedaba una, la que nadie
había querido?, la que menos se
movía?, la que menos carantoñas
había hecho para merecerse un hogar?, la más pequeña y por tanto mas
débil de la
camada? Todas estas preguntas pasaron por mi mente en esos momentos y cuando Laura cachorro en mano me dijo ¡Nos la quedamos! ya no pude decir que no. Era tan
pequeñita...cabía en la palma de mis manos.
Fotico de la
animalica (actual)

Diez años casi
después....la historia de repite.
Así llegó Linux a nuestras vidas:Con una perra en casa, la verdad es que nunca te sientes solo, te da un cariño que es casi humano, la verdad es que no es descriptible con palabras. Pero tres en un piso de 65m, pues casi es multitud, por lo que nunca
hubiéramos creído (sobre todo yo) que
íbamos a acoger a otro mas en la familia.
El caso es que
hará una semana y media mas o menos,
íbamos a dar de comer a
Fleita, a casa de sus padres, cuando de repente, Laura (que vista tienes hija, menos mal) me dijo que fuera mas despacio que le
había parecido ver un
gatito escondido debajo de la rueda de un coche. A la que aparcamos me dijo que iba a ver, por que le
había parecido demasiado pequeño para estar
ahí debajo solo. Efectivamente, el
pobrecillo se
había debido desorientar de su madre y el
único cobijo lo suficientemente seguro que
habia encontrado era ese coche medio abandonado. La
situación se complicaba, lo notaba al ver la cara de Laura. Yo
decía que era un gato callejero y que fijo que se sabia buscar el
solito mas tarde o mas temprano la vida (cosa que sigo pensando), pero
también es verdad, como me dijo Laura que no se trataba de eso sino que podía cruzar la calle por ejemplo y que con esa edad aun no estaba
ágil para poder sortear un coche en caso de ser necesario.
Me armé de paciencia y
accedí a que lo
recogiéramos, con la
condición de ir al
día siguiente a la protectora o al refugio a dejarlo
allí para que le buscaran un hogar.
Pero claro, al día siguiente nos enteramos que no aceptan gatos callejeros porque la gente no los adopta luego (esto me parece de locos,
tratándose de asociaciones como las que he mencionado), y claro el gato nos puso esa cara de por favor, por favor, por favor y Laura puso la misma cara y
regañadientes accedí (y yo
también termine poniendo esa misma cara :P )
Fotico del
animalico:

Me ha encantado redactar esta entrada. Como veis, hay personas en este mundo que tienen un "
noseque" hacia los animales que les hace sentirlos con la importancia que realmente tienen, ya que si son mascotas o animales
domésticos es porque nosotros los humanos hemos querido y precisamente por eso, porque son un "poco menos animales" que el resto de los animales (a los salvajes me refiero), porque necesitan de nosotros los humanos para poder vivir, creo que Laura y tod@s las
Lauras de este mundo merecen esta entrada en mi blog.
bluesfredo.