jueves, 4 de septiembre de 2008

Ellos también lo harían por ti

Esta entrada la escribo como homenaje a tod@s aquellas personas que de un modo totalmente desinteresado recogen y acogen, en sus hogares y en sus vidas, a animales que se encuentran en la calle, solos, asustados, desnutridos, abandonados, maltratados y un larguísimo etcétera, ya que en este país, todavía hay mucho desaprensivo suelto.

Parto de la base de que yo no soy una de estas personas. A mi me encantan los animales, pero podría vivir sin ellos perfectamente. Seguramente sea por puro egoísmo, el que no salga de uno mismo el recoger y/o acoger a un animal que lo necesita.

Así es como llegaron a nuestras vidas Neska primero, nuestra perra, recogida en el Rastro de Madrid hace ya la friolera de casi 10 años; y Linux, nuestro gatico, recogido de la calle, de debajo de un coche, con tan solo un mesecillo de edad.

Así llego Neska a nuestras vidas:
Recuerdo perfectamente aquella mañana. Habíamos ido al Rastro, como solíamos hacer por entonces casi todos los domingos. Llevábamos viviendo juntos apenas un año. No teníamos pensado para nada tener mascotas, yo porque ya había tenido dos perros (Tacher y Monty) y sabía la carga que podía representar y ella porque ya tenia dos gatos y un perro (por orden Stiff, Flea y Pipo) aunque ellos vivían en casa de sus padres.

El caso es que al pasar por el callejón de los cuadros, vimos a unos chicos que estaban regalando cachorros de perro de una camada que había tenido su perra y de los cuales no se podían hacer cargo, como por otro lado es normal. Cuando los vimos por primera vez serían unos 4 o 5 cachorritos. Como siempre, los cachorros nos miraban con esa carita que te cautiva desde el primer momento. En seguida Laura dijo que nos quedáramos uno, que total tampoco era tanto y que qué iba a ser de ellos si no. Yo me mantuve firme en mi negativa y logré convencerla de las desventajas, dada nuestra situación laboral y económica de por aquel entonces.

Proseguimos nuestra mañana de rastro, y al medio día, cuando ya empiezan a recoger los puestos, ya nos íbamos a ir de cañas, cuando volvimos a toparnos con los chicos de los perros. Solo les quedaba una, la que nadie había querido?, la que menos se movía?, la que menos carantoñas había hecho para merecerse un hogar?, la más pequeña y por tanto mas débil de la camada? Todas estas preguntas pasaron por mi mente en esos momentos y cuando Laura cachorro en mano me dijo ¡Nos la quedamos! ya no pude decir que no. Era tan pequeñita...cabía en la palma de mis manos.
Fotico de la animalica (actual)



Diez años casi después....la historia de repite.

Así llegó Linux a nuestras vidas:
Con una perra en casa, la verdad es que nunca te sientes solo, te da un cariño que es casi humano, la verdad es que no es descriptible con palabras. Pero tres en un piso de 65m, pues casi es multitud, por lo que nunca hubiéramos creído (sobre todo yo) que íbamos a acoger a otro mas en la familia.

El caso es que hará una semana y media mas o menos, íbamos a dar de comer a Fleita, a casa de sus padres, cuando de repente, Laura (que vista tienes hija, menos mal) me dijo que fuera mas despacio que le había parecido ver un gatito escondido debajo de la rueda de un coche. A la que aparcamos me dijo que iba a ver, por que le había parecido demasiado pequeño para estar ahí debajo solo. Efectivamente, el pobrecillo se había debido desorientar de su madre y el único cobijo lo suficientemente seguro que habia encontrado era ese coche medio abandonado. La situación se complicaba, lo notaba al ver la cara de Laura. Yo decía que era un gato callejero y que fijo que se sabia buscar el solito mas tarde o mas temprano la vida (cosa que sigo pensando), pero también es verdad, como me dijo Laura que no se trataba de eso sino que podía cruzar la calle por ejemplo y que con esa edad aun no estaba ágil para poder sortear un coche en caso de ser necesario.
Me armé de paciencia y accedí a que lo recogiéramos, con la condición de ir al día siguiente a la protectora o al refugio a dejarlo allí para que le buscaran un hogar.
Pero claro, al día siguiente nos enteramos que no aceptan gatos callejeros porque la gente no los adopta luego (esto me parece de locos, tratándose de asociaciones como las que he mencionado), y claro el gato nos puso esa cara de por favor, por favor, por favor y Laura puso la misma cara y regañadientes accedí (y yo también termine poniendo esa misma cara :P )
Fotico del animalico:



Me ha encantado redactar esta entrada. Como veis, hay personas en este mundo que tienen un "noseque" hacia los animales que les hace sentirlos con la importancia que realmente tienen, ya que si son mascotas o animales domésticos es porque nosotros los humanos hemos querido y precisamente por eso, porque son un "poco menos animales" que el resto de los animales (a los salvajes me refiero), porque necesitan de nosotros los humanos para poder vivir, creo que Laura y tod@s las Lauras de este mundo merecen esta entrada en mi blog.

bluesfredo.

4 comentarios:

Maria dijo...

Muy bien el post!!! A ver si aprendemos todos un poquito a valorar la vida de los animalicos, que ademas de darnos compañia (mucha mas, a veces, que las personas ¡y sin pedir nada a cambio!) nos enseñan muchas cosas. Hay mi neskita!!!! y a linux ya tengo ganas de conocerle!! Besitos

hijoeputa dijo...

Yo tengo un perro y una gata. Nenu e Inca, bueno y un pez que sobrevive a duras penas en un miniacuario, pobrecito. El perro lo cogieron de un refugio en Huelva los compañeros de piso de Cris en la epóca de la universidad, y al final el que se lo iba a quedar no podía y nos lo quedamos nosotros, menos mal!!! El mejor perro del mundo. Ahora Cris quiere darlo por que dice que suelta mucho pelo para los niños y por que no le prestamos la suficiente atención. Le he dicho que por encima de mi cadaver, le he comprado unas vitaminas pal pelo y voy a sacarlo más veces al día y por las noches voy a sacarle a correr conmigo en bici, así mato dos pájaros de un tiro. La Inca se la encontró en su cole, y la hijadeputa es muy arisca y hasta nos muerde, pero luego también se la quiere, viene te ronronea y se te sube encima, de despedida a veces un bocado, pero es normal, está un poco loquita desde que se cayó desde mi terraza, un 7º piso.

hijoeputa dijo...

A ver si actualizas que con eso de que ahora tines curro no te pasas por aquí, esperame en madrid.

Anónimo dijo...

Jooo que bonito Alfredo. Yo soy una Laura, recojo todo lo que me encuentro, mis hermanas dicen que realmente los secuestro jajajajaja, pero es que cuando veo a un animal solito, no puedo más que levarmelo a casa, y desde alli le busco una casita donde le cuiden mejor que bien. Te ha faltado decir, si me permites el inciso, que deberiamos todos aprender mucho más de ellos, y todo iria mucho mejor.
Un beso rey